La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de
septiembre "como Día Internacional de la Paz, dedicado a conmemorar y
fortalecer los ideales de paz en cada nación,
en cada pueblo y entre ellos".
No es gratuito pensar en la necesidad de conmemorar un día
de estas características. En tiempos violentos como los que vivimos
actualmente, se hace obligatoria una reflexión sobre los valores que sustentan
nuestra cultura. Si hacemos de la violencia y la venganza el valor principal de
nuestra convivencia no podemos pedir que las personas reaccionen pacificamente
ante conflictos.
Si
nos convencemos de una vez por todas de que sólo a través del valor de la Paz
puede conseguirse un mundo mejor, empezaremos a cambiar nuestras actitudes y
comportamientos.