El gato con botas
abía una
vez un molinero muy pobre que tenía tres hijos. Cuando murió solo dejó un
molino, un burro y un gato.
El hijo mayor heredó el molino; el segundo, el burro y
el menor, el gato.
¡Pero que
gato tan ingenioso! Le pidió a su amo un par de botas, una casaca y un
sombrero. Fue al bosque, cazó un conejo y se lo llevó al rey de parte del
marqués de Carabás.
Al otro
día, llevó otro conejo. Días después, le dijo a su amo que se bañara en el río.
Sabía que
por allí pasaría el rey y su hija.
-¡Ayuden al
marqués de Carabás!
Contó que mientras su amo se bañaba, le robaron la ropa. El
rey hizo traer algunas prendas y el gato fue a hablar con unos campesinos, les
pidió que dijeran que el marqués era el dueño de esas tierras.
Las tierras
eran de un ogro que vivía en un bello palacio. El gato había oído que el ogro
era un gran mago y se presentó ante él diciéndole que quería conocer su magia,
porque le había contado que era maravillosa.
El ogro se
sintió halagado y lo hizo pasar.
Me dijeron
que puedes convertirte en un animal grande y peligroso dijo el gato.
¡por
supuesto! Dijo el ogro, y se convirtió en un furioso león.
¡Muy bien!
Dijo el gato, cuando el ogro recuperó su forma de ogro. ¿Pero podrás
convertirte en un pequeño ratón?
¡sí! Grito
y se convirtió en ratón.
Entonces el
gato lo atrapó y se lo comió.