Hace
muchísimos años habitaba en la provincia de Mendoza una tribu de indígenas. Un
día se vieron cercados por un grupo de aborígenes guerreros que venían del otro
lado de la cordillera.
Luego de
andar dos días sin descanso, llegaron hasta el lugar donde se habían instalado
los invasores.
Los jóvenes
esposos corrieron perseguidos cada vez más de cerca por los feroces guerreros.
Cuando estaban a punto de ser atrapados comenzaron a sentirse más livianos. Las
piernas se volvieron más delgadas, los brazos se convirtieron en alas y el
cuerpo se les cubrió de plumas: se habían convertido en dos aves muy veloces y
de gran tamaño, que luego se conocerían con el nombre de “ñandúes”. De esa
manera pudieron llegar a la tribu de sus aliados, quienes sorprendieron a los
invasores y los obligaron a regresar a sus tierras.
Septiembre